Solitario en mi habitación
bebo incansablemente una
botella de fuerte vino rojo
cojo el teléfono y hago una llamada
una voz dulce me contesta
que espere de forma paciente me dice
se acerca la ahora
y ahí viene ella
con su tradicional vestido negro
se desnuda lenta y sensualmente
se me acerca de forma irrefutable
me dice que me desea
trata de envolverme entre sus ramas
y lo logra fácilmente
la luz tenue hace más apropiada la ocasión
sabanas blancas se arrugan entre mi piel y la de ella
sensación mas cálida jamás había sentido
entre golpes, gritos y sudor
se nos pasaba la noche
era evidente la conección que hay
ella es la mujer que mi destino guiará
siento un mordiscón en mi oreja
su perversión no tiene límites
me gusta lo que veo y siento
mi corazon late cada vez mas fuerte
cuando ella me susurra cosas
y así con el pasar de los segundos
amaneció el sol mas bello que nunca
abrí mis ojos para contemplar
a la flamante sonrisa que le entregué mi amor
durante esa acalorada noche
mas no ví nada y mas fuerte aun fué mi sorpresa
al ver mi billetera vacía...
sin duda ella era una profesional
me lo habían aconsejado
me lo repitieron
pero mi corazon no escuchó
jamás te enamores de una mujer de la noche.
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