sábado, 28 de agosto de 2010

historia 1

Ella dió la media vuelta y se dió cuenta que él aun la segía
- Será posible que en este cuajo y destartalado pedazo de tierra
al que llamamos planeta aún exista el verdadero amor?-
Musito mentalmente la joven, se acerco al maltrecho hombre
quiso comprobarlo personalmente.
Pero al hacerlo noto la vil mirada que sólo un hombre despechado
podría llegar a tener,apuntándole con el dedo culpó cual pecado
de lujuria aquella señorita montase con otro desgraciado, y con la rapidez
de un pensamiento giró su mano bajo el insultante dedo, para dejar ver otro
más efusivo aún en su odio.
Ella en ese preciso momento saco su revolver y le propino una mortal herida
- No, no es posible-
Musitó nuevamente dicha fémina, respondiéndose a la pregunta
anteriormente planteada
- No, No, No- siguió repitiendo hasta que su figura desapareció en ese frío ocaso.

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